Este espacio museístico recuperado que se sitúa junto a la Ermita de San Valero, en la parte posterior.
En la primera planta se ha respetado lo que eran las habitaciones principales, una cocina y una
pequeña estancia, mientras que en el piso de arriba, se ha acondicionado un museo en el que se repasa la historia de la ermita San Valero, de los ermitaños que se encargaban de su cuidado y de los sacerdotes.